Los premiados y parte del equipo de árbitros |
Cuando el 19 de Junio (“Día de Los Abuelos”) Walter
fundó el club con una serie de amigos que normalmente trasnochaban por el
Centro y/o Cordón de Montevideo, no solo
formó una institución en la que jugaran al ajedrez, sino una mentalidad que
tiene como código principal el compañerismo y la buena honda.
El torneo que acaba de finalizar, aparte de una muy
buena exhibición de ajedrez, donde participaron todas las generaciones, fue
todo eso que Estrada vislumbró en sus comienzos.
Todos pusieron el hombro, de una manera u otra, desde
el trabajador Yess (cantinero), hasta el Maestro Argentino Nahuel Díaz que no
solo prestigió con su ajedrez el evento, sino repartió cordialidad y al irse
nos lamentamos “que no fuera de nuestro club”.
La FUA con Roselli a la cabeza,
acompañado por Sabrina que sorprendió a todos al ganarle al encumbrado Curi o
Patricia que “practicó con miras a un futuro que le auguramos auspicioso”.
Que decir de la otra Campeona Nacional, Camila que
parodiando a Gardel “cada día juega mejor, si te gana y le mirás su simpática
sonrisa hasta la perdonás. Lejos quedó
aquella niñita de los sombreros sorprendentes y ahora seguro escribirá otra
página de prestigio internacionalmente.
A todo esto hay que sumarle la colaboración de
material que puso el órgano directriz del ajedrez nacional, que está dentro de
lo normal, pero que no queremos dejar de lado.
Los nuestros y los de afuera (que en el fondo no lo
son tanto), todo el mundo se prodigó, saltando al estrellato algunos como el
arachán Cuello o el pibe Otonello.
Impresionando allá en las mesas de abajo la seriedad
de una jovencita de pocos años que compite como se debe hacer, Andreína
Quevedo, afuera su madre aprovechaba la larga espera para estudiar.
Es difícil trasmitir la emoción de volver a ver vibrar
al Club Trebejos, con muchas ausencias ya sea que se fueron de esta vida o
simplemente distante, de ahí que en la
entrega de premios se recordara a José Bademián (será Héctor Silva Nazzari quien le haga llegar el
reconocimiento).
Fuera de los jugadores los jueces hicieron su aporte
para que el torneo fuera todo un éxito, en una tarea que fue dura por lo
continua.
En el tintero no puede quedar el esfuerzo variado que
realizó Marcelo Lanzilotta que fue el nervio motor de esta actividad y
esperamos que lo sea de cualquier otra que suceda a este Torneo Aniversario.
Resumiendo que todo lo aportado tanto en sentimiento
como en juego se le puede dedicar a Walter Estrada, que al fin y al cabo fue
quien dio el puntapié inicial.
Pedro Lamas
No hay comentarios:
Publicar un comentario