Creo que ahora llegué con mayor experiencia, y en un momento sicológicamente mejor, y todo se unió para este resultado magnífico, que a decir verdad no esperaba de esta manera», aseguró.
La Habana (3 jun).- Horas después de proclamarse monarca del Grand Prix ajedrecístico de Salónica el cubano Leinier Domínguez agradeció «a toda la gente que me sigue y me desea lo mejor de todo corazón».
Entrevistado telefónicamente por la emisora Radio Rebelde el hombre que destrozó pronósticos al totalizar ocho puntos en 11 salidas afirmó que su objetivo inmediato es regresar a casa y rencontrase con su familia.
«No he estado mucho al tanto de las noticias, porque además del tiempo de juego el descanso y la preparación son sagrados, y trato de respetarlos, pero imagino que se siguió mucho mi actuación», dijo con su habitual modestia el Ídolo de Güines. «Me sentía bien preparado, aunque también había trabajado duro para los anteriores torneos pese a que de alguna manera las cosas entonces no me salieron bien», aseguró Leinier desde suelo griego. «Creo que ahora llegué con mayor experiencia, y en un momento sicológicamente mejor, y todo se unió para este resultado magnífico, que a decir verdad no esperaba de esta manera», reconoció.
El antillano aceptó que su coronación clasifica como el momento cumbre de su carrera, «porque aun cuando fui campeón mundial en partidas de Blitz el ajedrez clásico es mucho más serio, y ganar un torneo de este tipo con tal puntuación es mucho más importante».
El número uno de Latinoamérica confesó sentirse bien, dotado de conocimientos acumulados en lides anteriores, pero insistió en que todavía hay mucho camino por recorrer.
«Tengo claro que puedo seguir mejorando mucho mi ajedrez, y en eso me concentro para seguir preparándome, porque tengo ideas acerca de cómo hacerlo», puntualizó. Convocado a adelantar propósitos inmediatos, fue categórico al proclamar que necesita descanso, dado el agotamiento producido por la energía demandada por una lid animada por 12 GM miembros de la élite universal.
«Quiero descansar, y por qué no, festejar», para después pensar en otros objetivos, siempre dirigidos a mejorar mi nivel de juego y mi Elo», sostuvo. Pese a reconocer que el rango imperante convirtió en prueba de fuego cada una de las partidas, declaró que el clímax de las exigencias le llegó en su duelo contra el francés Etienne Bacrot. «Quedé algo inferior en la apertura y tuve una posición difícil durante mucho tiempo», indicó. «Defenderme con precisión y durante largo tiempo en una situación bastante desagradable fue sin dudas uno de los momentos más difíciles e importantes», concluyó al reseñar una de las cuatro tablas inscritas en su palmarés, completado con seis éxitos y un solitario fracaso.
Tabla final de posiciones:
Leinier (8 puntos), Fabiano Caruana (ITA/7,5), Gata Kamsky (USA/7,5), Ruslan Ponomariov (UKR/6), Alexander Grischuk (RUS/6), Rustan Kasimdzhanov (UZB/5,5), Hikaru Nakamura (USA/5), Veselin Topalov (BUL/4,5), Peter Svidler (RUS/4,5), Bacrot (4), Alexander Morozevich (RUS/4) y Vassily Ivanchuk (UKR/3,5).
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